“Estos tres años que han trascurrido, pues para nosotros ha sido pues un siglo porque Jacinta, durante 31 años, jamás se separó de nosotros…Es una situación que nunca deseamos a nadie, pero a veces es el destino el que se atraviesa y nos tocó vivir esta injusticia.
“Lo más desesperante de este caso es no conocer cómo se lleva un juicio, un proceso ante las autoridades, de no saber qué va a ocurrir, cómo defender, cómo se va a solucionar el problema, creo que es lo más triste cuando realmente se desconoce todo.
“Recurrir a los abogados particulares que ellos piensan que tienen el mando y que son los que pueden hacer que salgan y prometen que mañana y que pasado (..) y realmente, pues no se lleva nada a cabo y puros engaños, puras amenazas, que no recurras a ningún lado que porque lo van a condenar más o lo van a agarrar a ustedes y lo van a meter a la cárcel, eso es lo desesperante…
“...Ve uno y dice uno cuando salen los medios, que si no sabes expresar bien el español que ellos te van a defender, pues es una gran mentira, cuando uno lo ha vivido… Se siente muy feo realmente, entonces, después, pues vamos a más lugares. Visitamos en Querétaro al senador Guillermo (Tamborrel), aquí en sus oficinas, pues son puras recomendaciones…nunca te dicen vamos, ya a defender, a llevar el caso, entonces, se siente una desesperación, pues muy tremenda”.
“Jacinta jamás fue señalada, estaba a tres metros de donde ella estaba. Entonces, teníamos cierta seguridad de que saliera libre (...) El 19 de diciembre la sentencian a 21 años de cárcel, creo que fue la más cruel noticia que tuvimos. Tuvimos que callar, llorar por dentro para no perjudicar a los demás hijos, hasta después de que pasó la noticia les dimos la noticia: tu mamá ya fue sentenciado a 21 años de cárcel. Creo que esa es la más grande injusticia que puede vivir uno de nosotros”.
“Desde el 22 de mayo hasta hoy no ha habido fecha para poder llevar a cabo esos careos porque este señor que realmente dice, que fue el secuestrado (…) no se presentó a las audiencias. Y si ellos dicen que fueron víctimas, ¿a qué le temen?, ¿a la verdad?, ¿O que salga la verdad?
“Esa es una de las preguntas que yo me hago y es una desesperación tremenda porque nosotros viajamos desde Santiago Mexquititlán cada ocho días para ver a Jacinta, mis hijos se turnan, yo creo que es la única manera de apoyarla, de apoyarnos a nosotros mismos porque cuando venimos a verla, nosotros mismos nos sentimos bien”.
Guillermo Francisco Prisciliano. Esposo de Jacinta.
“Lo más desesperante de este caso es no conocer cómo se lleva un juicio, un proceso ante las autoridades, de no saber qué va a ocurrir, cómo defender, cómo se va a solucionar el problema, creo que es lo más triste cuando realmente se desconoce todo.
“Recurrir a los abogados particulares que ellos piensan que tienen el mando y que son los que pueden hacer que salgan y prometen que mañana y que pasado (..) y realmente, pues no se lleva nada a cabo y puros engaños, puras amenazas, que no recurras a ningún lado que porque lo van a condenar más o lo van a agarrar a ustedes y lo van a meter a la cárcel, eso es lo desesperante…
“...Ve uno y dice uno cuando salen los medios, que si no sabes expresar bien el español que ellos te van a defender, pues es una gran mentira, cuando uno lo ha vivido… Se siente muy feo realmente, entonces, después, pues vamos a más lugares. Visitamos en Querétaro al senador Guillermo (Tamborrel), aquí en sus oficinas, pues son puras recomendaciones…nunca te dicen vamos, ya a defender, a llevar el caso, entonces, se siente una desesperación, pues muy tremenda”.
“Jacinta jamás fue señalada, estaba a tres metros de donde ella estaba. Entonces, teníamos cierta seguridad de que saliera libre (...) El 19 de diciembre la sentencian a 21 años de cárcel, creo que fue la más cruel noticia que tuvimos. Tuvimos que callar, llorar por dentro para no perjudicar a los demás hijos, hasta después de que pasó la noticia les dimos la noticia: tu mamá ya fue sentenciado a 21 años de cárcel. Creo que esa es la más grande injusticia que puede vivir uno de nosotros”.
“Desde el 22 de mayo hasta hoy no ha habido fecha para poder llevar a cabo esos careos porque este señor que realmente dice, que fue el secuestrado (…) no se presentó a las audiencias. Y si ellos dicen que fueron víctimas, ¿a qué le temen?, ¿a la verdad?, ¿O que salga la verdad?
“Esa es una de las preguntas que yo me hago y es una desesperación tremenda porque nosotros viajamos desde Santiago Mexquititlán cada ocho días para ver a Jacinta, mis hijos se turnan, yo creo que es la única manera de apoyarla, de apoyarnos a nosotros mismos porque cuando venimos a verla, nosotros mismos nos sentimos bien”.
Guillermo Francisco Prisciliano. Esposo de Jacinta.
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