Lizeth Freyre
Cadetes del Instituto de la Policía de la Secretaria de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Corregidora levantaron una queja en contra de María Ofelia Ríos Hernández, coordinadora del Instituto de la carrera policial de Corregidora, por presuntos malos tratos y abuso de autoridad en contra de los estudiantes.
La queja fue dada a conocer a través de la copia de una carta dirigida a Sergio Amaya Castañeda, Secretario de Seguridad Pública de dicho municipio. Dentro de los detalles que expusieron los cadetes, se encuentran las amenazas constantes en darlos de baja del instituto por supuestas faltas de disciplina.
A su vez, existen diversos testimonios en los que se informa sobre presuntos arrestos a diversos cadetes por llegar tarde a clase tres minutos, o ir al baño durante las sesiones.
Las inconformidades por parte de los 44 cadetes han arrojado aún más presión por parte de sus superiores. Admitieron haber sido regañados por expresar sus opiniones respecto al tema y amenazados si llegan a comentar algo más (a los medios o a los doctores).
Los cadetes, quienes prefirieron guardar su nombre en el anonimato por miedo a represalias mayores, manifestaron que sus condiciones de estudio no son óptimas, ya que sus clases duran 12 horas diarias, en un salón de aproximadamente cinco por cuatro metros.
Afirmaron tener únicamente media hora para comer poco antes del medio día, y que no vuelven a ingerir alimento hasta su hora de salida, alrededor de las 7:30 p.m.
El sanitario tiene que ser compartido por hombres y mujeres, pues, dijeron, la coordinadora del instituto tiene la copia de la llave del baño de mujeres de las cadetes femeninas.
Por otro lado, su preparación académica se ha visto interrumpida en diversas ocasiones por los cambios de profesor, por ejemplo, señalaron, en dos semanas han tenido cuatro instructores diferentes para la clase de cómputo, sin conocer el motivo de los cambios.
La carta emitida fue contestada en persona por Amaya Castañeda, quien les “pidió” comportarse. Si no, agregó, los cadetes iban a ser castigados, aunque repetía constantemente “pero no es amenaza eh”, afirmaron los cadetes.
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