Además de los pendientes en el transporte público, la administración de Francisco Garrido Patrón no ha resuelto algunos aspectos en los rubros de seguridad pública y vivienda, lo que ha ocasionado que –inclusive- haya intervenido la Contraloría por presuntas irregularidades en el uso de los recursos públicos.
En el tema de la seguridad pública, existen varios homicidios que no han sido aclarados, como el de Marco Antonio Hernández Galván, el “Kikín”, ocurrido el 27 de noviembre de 2004 y en el que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) continúa sin señalar a un presunto responsable.
Otro de los crímenes pendientes por resolver es el del guardia de seguridad Genaro Arres, quien murió en las instalaciones de la Policía Investigadora Ministerial (PIM).
En cuanto al tema de obra pública se refiere, una de las obras consideras ‘cumbres’ del sexenio, el Acueducto II, que presuntamente abastecerá de agua a la ciudad, está inconclusa a unas semanas de que termine el sexenio de Garrido Patrón. Expertos en obras hidráulicas consideran que es inviable.
En temas sociales, el diagnóstico que hizo Garrido sobre vivienda reveló que había un déficit, así que prometió crear polos de desarrollo de vivienda. Se creó el Instituto de la Vivienda del Estado de Querétaro (Iveqro).
Pero el programa no dio los frutos esperados, de acuerdo con algunos beneficiarios, pues recibieron inmuebles inconclusos y las casas no existían. El director del Iveqro, José Guerrero Renaud, afirmó que las casas no estaban terminadas “por un problema con un proveedor”, cuyo nombre omitió (La Jornada, 13 de diciembre del 2007).
Además de las casas inconclusas, en la Sierra el programa resultó con irregularidades que fueron ‘investigadas’ por Contraloría de Querétaro en mayo del 2008.
Según la página web de Iveqro, tres municipios (Pinal de Amoles, Cadereyta y Ezequiel Montes) no contaron con apoyo en el 2004 de viviendas, ni en mejora ni en edificación.
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