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miércoles, septiembre 20, 2006

Sociedad - UAQ

Pensiones y jubilaciones: reto de la UAQ
Enrique Pescador / Roberto Ayala

Nuestra Universidad está pasando por una crisis financiera que de seguir así, en unos cuantos años cerrará sus puertas. La situación se agrava día con día porque no hay un proyecto en práctica que empiece a solucionar la problemática. El pago de las pensiones y jubilaciones en la Universidad Autónoma de Querétaro suma ya cerca de 160 millones de pesos, lo que representa el 20% del presupuesto anual, y la institución no tiene suficientes reservas para cumplir ese derecho al que por ley tienen acceso académicos y trabajadores administrativos. Las autoridades universitarias ya han alertado que en diez años el actual sistema de jubilaciones y pensiones podría hacer crisis.
Ante esta situación, el pasado 17 de agosto, en sesión del Consejo Universitario de la UAQ, el actuario César Torres, de la empresa Vinculaciones Actuariales, de continuar con el mismo sistema, proyectó que para 2010, la UAQ tendrá 512 jubilados adicionales a los 481 actuales. Señaló además que si se considera que la plantilla de personal ya no puede crecer y el número de jubilados siguen en tendencia creciente, la situación para 2010 sería la siguiente: prácticamente el 50% de los trabajadores estarían jubilados, sin que la institución tenga la posibilidad de renovar su planta docente y administrativa. El problema mayor, comentó el actuario Torres, es que se ha subestimado el impacto en las finanzas de la Universidad de los compromisos futuros por concepto de ese tipo de obligaciones laborales.
Este año 180 podrán solicitar su jubilación por cumplir 29 años de servicio. Sin embargo, la institución no cuenta con recursos suficientes para otorgar esa prestación.
La UAQ tiene un presupuesto de aproximadamente 800 millones de pesos para 2006, recursos provenientes de la Federación, del estado y propios, de los cuales 92 millones se destinaron al pago de nómina, jubilaciones y pensiones, y el resto al gasto corriente.
El rector de la UAQ, Raúl Iturralde Olvera, anunció que la institución educativa cuenta con un presupuesto semilla para la creación del fideicomiso, cuya cantidad asciende actualmente a 200 millones de pesos. Sin embargo, la institución requiere 800 millones de pesos para empezar a operar un fideicomiso y regularizar su problema financiero, por lo que buscará realizar gestiones ante el gobierno federal y estatal para contar con recursos extraordinarios y completar esa cantidad.
Ante esta situación, autoridades de la Secretaría de Educación han señalado que en casi todas las universidades públicas del país han atendido este problema con tres medidas: constitución del fondo, aportación de los trabajadores al fondo, nuevo esquema para nuevas contrataciones de trabajadores, que no se aplicaría para los que ya tienen derechos adquiridos.
Sin embargo, el problema se vuelve endógeno en el sentido de ver cómo se llega a un acuerdo entre los sindicatos (SUPAUAQ y STEUAQ) y las autoridades de Rectoría. En suma, lo que se trata de lograr es un consenso donde la Universidad sea realmente la beneficiada, esto es, la institución, entendida como su infraestructura; su personal docente y administrativo, así como estudiantes y distintos proyectos y programas de investigación, con la finalidad de que sea la escuela que todos deseamos.
Dentro de todo este contexto, los actores que están involucrados en este tema, destaca un punto: el hecho de que todos están a favor de que esto se resuelva de la mejor manera. Esto se refleja, por ejemplo, en que los sindicatos han hecho una comisión que estudia los casos de otras universidades y cómo han resuelto, a qué costos y beneficios, su problema con las pensiones. Por su parte, Rectoría ha presentado una propuesta sustentada en el diagnóstico que ha hecho Valuaciones Actuariales, en la que se destaca por ejemplo, que la propuesta de mejora está en “que el trabajador aporte el diez por ciento de su salario para la creación del fideicomiso para el pago de pensiones”. También Rectoría se ha dedicado a tratar de sensibilizar a sus trabajadores para que ellos hagan una propuesta en donde se beneficie toda la Universidad.
En ese sentido, el actuario César Torres ha sugerido diseñar nuevas formas de contratación; creación de fideicomisos; incrementar las edades y tiempos de jubilación, y sensibilizar a los sindicatos sobre la falta de recursos.
Debemos recordar que la UAQ vive momentos coyunturales. En estos tiempos, en casi todos sus espacios, se deben discutir las alternativas sobre el sistema de pensiones y jubilaciones que adoptará para los próximos años. Son momentos de reflexión, y la información, en ese sentido, debe manejarse sensatamente sin perder sus esencias: el debate, la confrontación, la argumentación, la claridad.
Es trascendental puntualizar que en el Alma Mater prevalezca el diálogo entre las autoridades, los administrativos y los académicos. Por esto, el rector Raúl Iturralde Olvera manifestó su posición y señaló que “como Rector, la postura es la de abrir la discusión, poner los elementos necesarios para tener una discusión de altura, que nos permita tener la información suficiente para el debate y la toma de decisiones. Es algo que ya no podemos seguir postergando, los tiempos se cierran a los próximos dos o tres años, por ello la urgencia de iniciar el diálogo”.
Como universitarios es nuestra misión vigilar que no haya quien violente o pretenda crear inestabilidad en su provecho, evitar que los consensos no se vean interrumpidos porque van contra los intereses personales y no con los de todos como universitarios. Es momento de ver qué tan éticos podemos ser como universitarios.

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