381 Opinión Sindicatos

Renovación sindical y retos de la UAQ


Víctor Muñoz Gómez

Los sindicatos en México surgen en principio como organizaciones reivindicadoras de los derechos de los trabajadores, concentrando sus esfuerzos para lograr mejores condiciones laborales y económicas. Posteriormente, la lucha sindical pasó de ser netamente económica, a política, y sus demandas abarcaron cuestiones de interés general a la población y no sindical solamente; la importancia de estas organizaciones alcanzó tal nivel, que muchos políticos han surgido de las filas de estas organizaciones.

En el caso específico de los sindicatos universitarios del país, tienen su origen entre otros motivos, a consecuencia de la despersonalización de las relaciones entre las autoridades universitarias y su personal académico, de la búsqueda de una mayor seguridad laboral, del deterioro del poder adquisitivo, de una apreciable disminución del incremento anual de presupuesto que sufren varias universidades en los años de 1969 y 1970, del movimiento estudiantil de finales de la década de los setenta, de la creciente ideologización del personal académico y, de la concepción de que el sindicalismo constituía un instrumento de poder del personal académico, factores de carácter estructural, económico y político, que llevaron acabo una transformación en las relaciones laborales entre las instituciones universitarias y su personal académico y administrativo.

La Universidad Autónoma de Querétaro, se vio inmersa en la dinámica sindical a partir del año de 1975, al quedar formalmente constituidos ambos sindicatos universitarios, primero surgió el SUPAUAQ, y meses después, se integró del STEUAQ.

Sin duda que ambos sindicatos cumplen una función integradora y son parte fundamental en la estructura de la UAQ, su importancia radica en defender puntualmente los derechos de quienes en ella laboran y participar con propuestas que contribuyan a la mejoría de la calidad en el servicio y la enseñanza del Alma Mater.

El STEUAQ llevará acabo su Asamblea Electoral el próximo 28 de septiembre, debiendo tomar protesta la nueva dirigencia el día 6 del mes siguiente; hasta la fecha, se habían inscrito siete aspirantes a ocupar la Secretaría General y 30 candidaturas más para el resto de las carteras que integran el Comité Ejecutivo. En tanto que el SUPAUAQ, realizará su proceso de elección el 11 de octubre en una primera vuelta y definiéndose muy probablemente hasta la segunda asamblea programada para el día 18 del mismo mes, ya que históricamente no se ha dado el caso, que en la primera ronda ningún contendiente alcance la votación requerida para acceder al cargo, cabe señalar que Marco Antonio Rubio Abonce, es el único candidato registrado para contender nuevamente por el cargo de Secretario General, por tal razón, será cuestión de tiempo para que Abonce Rubio sea ratificado nuevamente como el dirigente del personal académico de la institución de educación pública superior.

La relación entre estos sindicatos y las autoridades universitarias, históricamente, se ha caracterizado por llevarse en buenos términos, sin que esto haya significado de ningún modo, la sumisión de alguna de las partes con respecto a la otra, sin embargo, en este momento en que se avecinan cambios en la dirigencia de ambos sindicatos, el reto se presupone mayúsculo para quienes resulten ganadores, ya que tendrán en puerta el compromiso de construir conjuntamente con las autoridades universitarias y con el consenso de sus agremiados, las vías que permitan sacar adelante la problemática que apremia actualmente a la universidad más importante del estado, el caso de las pensiones y jubilaciones.

Sin duda que la solución requiere de la participación de todos los actores afectados, los cuales, deberán sensibilizarse ante tal cuestión y poner por delante voluntad y compromiso para que la decisión tomada, sea la más adecuada para que no se vulneren los derechos conseguidos legítimamente por los trabajadores y que tampoco se ponga en riesgo la capacidad financiera de la UAQ.

La Autónoma de Querétaro es viable por el simple hecho de que es la institución académica que más aportaciones realiza en beneficio de la sociedad queretana en las áreas humanísticas, científicas y administrativas, por lo que, reducir el conflicto a una cantidad monetaria, por muy cuantiosa que ésta sea, resulta inexacto, el compromiso social de la máxima casa de estudios no puede verse frenado por ningún motivo, ya que las repercusiones no sólo recaerían en los trabajadores, académicos, estudiantes en activo y futuros. La población en general sería alcanzada por la recesión que pudiera sufrir la UAQ, recordemos que su función no se limita a la formación académica, además, cuenta una amplia presencia en todo el estado, con sus servicios de extensión, por ejemplo clínicas del Sistema Universitario de Bienestar Social, las cuales brindan una gran variedad de servicios a bajo costo; asesora gratuitamente en materia legal a las personas de escasos recursos, apoya a las comunidades rurales por medio del Sistema de Servicio Social, así como brinda ayuda psicológica a la ciudadanía, en cuestiones de adicciones, violencia intrafamiliar, a través sus cinco Centros de Servicios Comunitario, sin olvidar los beneficios que brindan los estudiantes de la Facultad de Enfermería a pobladores de comunidades apartadas, entre muchas otras actividades que forman parte de la identidad universitaria.

Por otro lado, la situación económica de las universidades públicas que, en mayor grado, depende de las aportaciones de la federación, los estados y en menor medida, de sus recursos propios, es complicada, ya que la elaboración del presupuesto que se proyecta para un periodo anual, no contempla en el mismo el rubro antes mencionado de las pensiones y jubilaciones, de manera que las autoridades universitarias se ven obligadas a tomar recursos destinados originalmente a otras áreas como pueden ser la investigación, la contratación de más personal académico y administrativo, para poder responder a los compromisos contraídos con antelación con todos sus trabajadores, lo que ocasiona un desfase en sus finazas y un grave estancamiento en el desarrollo académico entre otras repercusiones.

Afortunadamente, existen voces provenientes de todas las partes involucradas dentro de la comunidad universitaria, que permiten vislumbrar una salida satisfactoria a esta problemática desgastante, que se ha convertido en el centro de opinión de agentes internos y externos; unos proponiendo vías alternas de solución al conflicto y otros más, buscando desacreditar las acciones realizadas por las autoridades universitarias para sortear el problema de la mejor manera. Sin embargo, hasta estos días, en los medios de comunicación del estado, no se ha escuchado ni leído, que el Estado defina un apoyo económico, más que político, al Alma Mater, pues en estos momentos lo que necesitan son recursos.

Por supuesto que tanto el Gobierno federal como el estatal, mantienen un compromiso tácito de apoyar económicamente a la UAQ, no sólo por el hecho de que esto signifique un gasto social inscrito en los compromisos de las respectivas administraciones, también, porque la viabilidad de la máxima casa de estudios representa un detonante en el desarrollo de la economía, la cultura, la política y la ciencia entre otros rubros, sin duda motores para el buen desempeño de cualquier entidad, y del país entero.