Los policías debieron haber detenido a todos los políticos, porque también se la pasan escandalizando, afirmó en exclusiva Pedro González Quiroz
El teléfono de su taller suena: le llega más trabajo. Apenas si le alcanza el tiempo porque con el apoyo que le brinda al candidato del PRI, tiene muy poco tiempo para dedicarle a su oficio. Con optimismo, Pedro González Quiroz, “El Ánimo”, asegura que su candidato va a ganar.
No obstante, menciona que “si no gana el PRI, a mí me da lo mismo, de todos modos tengo que trabajar. Si gana el PAN sé que me tengo que aguantar a puros pambazos, pero no importa porque me como los guajolotes porque están hechos de bolillo”, dice.
Algunos lo miran y le devuelven la sonrisa, otros tantos lo miran con cierta reserva o con recelo y lo tratan de evitar, sin embargo todos, sin excepción alguna, voltean a mirarlo y él, sin perder la actitud característica, los saluda, sin dejar pasar a ninguno.
Lo mismo es si son señoras, niños, hombres, ancianas o jóvenes, él no deja de dedicarles a cada uno de ellos su característico chiflido, acompañado de su famosa frase para los habitantes queretanos. Es Juan José Concepción Pedro Arturo González Quiroz, mejor conocido como “El Ánimo”.
El lugar es el mercado de La Cruz. Aunque uno esté lejos de donde se encuentra “El Ánimo” todos saben que ahí se halla porque su chiflido resuena por todos los pasillos del inmueble popular y al momento de escucharlo todos lo identifican y saben que por ahí anda.
“Ánimo, ánimo gente bonita” es una de sus tantas frases que a cada segundo expresa a todos que con él se topa. “Vamos a echarle ganas” dice con entusiasmo.
“Todo está en la actitud, tú decides cómo vives la vida”, decía, mientras estrechaba las manos de quien se dejaba, mientras los que no saludaba, les daba su buena de pulgar.
Es queretano de nacimiento, nacido en el barrio de San Sebastián, en la Casa del Faldón, según comenta. Tiene 25 años de mantener la actitud positiva y la mentalidad entusiasta.
‘Contagiar de alegría a las personas, un hábito desde hace 25 años’
El motivo que lo impulsó a caracterizarse personalmente -como ahora todo mundo lo conoce- fue debido a una carga de presiones que traía por dentro. Su válvula de escape que encontró para liberarse de todo eso fue expresarse a todo pulmón.
En cualquier esquina, calle, avenida o calzada, no hay rincón que no deje de sonar su claxon y grite sus palabras a todas las personas.
Se le pregunta cómo hace para mantener todo el día ese estado de ánimo, responde que trata de alimentarse bien y descansar lo necesario.
“Además es un hábito que me formé hace 25 años, antes era una persona como muerta que de plano estaba presionado por el trabajo y un día me dije ‘quiero vivir, quiero contagiar a la gente de alegría’ (…)
“Al principio me costó trabajo, porque en cuanto empecé todos mis amigos y parientes me empezaron a criticar que por qué soy así, que si estaba loco, que qué me pasa. Hasta tenía que estar a escondidas para ponerme así. Afortunadamente ya todo mundo sabe cómo soy y mi familia lo toma como lo más natural del mundo”.
Llega a su taller mecánico automotriz. El espacio está lleno de carros y durante la plática llegaron más para solicitar sus servicios. Señala que los días anteriores estaba “baja la chamba” pero esta semana empezó a llegarle el trabajo y ahora está saturado.
‘Una vez espanté a Vicente Fox’
Cuestionado, expresa que su detención –por policías municipales- fue política debido a su parentesco familiar con María del Socorro García Quiroz, senadora del PRI.
“A la hora que ella sube a internet esa información (del caso Concremas), dan la orden aquí en Querétaro: ‘quítenmelo de ahí’. Llegan cinco patrullas, 10 policías y me dicen ‘te subes o no te subes’.
“Pero yo les respondí que me dijeran en dónde estuve mal y me responden que por escandalizar, pero les digo que pues entonces metan a todos los partidos políticos a la cárcel también por andar escandalizando, pero no me llevaron de todos modos sin tener razones coherentes”.
Se le pregunta a Pedro González una de las anécdotas que haya tenido al dar ánimos a los habitantes queretanos. Menciona que son tantas, sin embargo sonriente dice: “pues cuando espanté al Presidente de la República Vicente Fox”.
“Él iba pasando aquí en la esquina con su comitiva y entonces cuando caminó, me le aviento al cristal con los brazos abiertos y le grito ‘ánimo’. Fox soltó un gritote y el siguiente carro que pasa me grita ‘payaso’ y yo le chiflo mi silbido y piensan que le miento la madre y dicen ‘golpéenlo porque me mentó la madre’.
“Entonces el jefe del Estado Mayor Presidencial (EMP) me mete un puñetazo en el estómago y me doblo del dolor (…) Loyola Vera sale diciendo ‘es amigo’, y entonces dice Fox, ‘déjenlo’. Todo mundo empezó a sonreír a la voz del Presidente (…) yo estaba bien adolorido del estómago, pero sonriendo”, concluyó.
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