“Míralos bien, porque es la única ocasión que los vas a ver”, le decía a su mujer, irónico, el vendedor de ropa
La gente esperaba a su candidato local. La cita era en el municipio de Ezequiel Montes. Sin embargo los invitados al mitin era el candidato a gobernador del estado, Manuel de Anda Garduño, y la aspirante a diputada federal, Ana Cecilia Alarcón Suero, por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Después de un espectáculo de ‘variedad’, les tocó el turno de hablar. Alarcón Suero fue la primera en hacerlo. Su discurso más que propositivo fue explicativo, debido a que muchos de los que ahí se encontraban reunidos no comprendían cuáles eran las funciones de un diputado federal, las cuales tuvo que explicar. “¿Ya captan?”, expresaba la candidata luego de terminar su participación.
Siguió en exponer sus propuestas Manuel de Anda, pero tiempo antes que tomara el micrófono, le fue retirado por la organizadora para dar a conocer que el candidato local, Hipólito Martínez, había llegado a la reunión, lo que provocó una avalancha de aplausos, silbatinas y gritos a favor del candidato local.
El arrastre que tiene es evidente, porque centenares de ciudadanos se encontraban apostados en el lugar del mitin esperando a que él llegara. Según encuestas realizadas por la propia gente del PVEM, existe una gran probabilidad de que el partido gane la alcaldía de Ezequiel Montes, pues según las cifras, su candidato tiene una ventaja de 10 por ciento contra el más cercano competidor.
“La gente nos recibe muy bien a donde quiera que vamos, es porque ya nadie quiere tener más PRI o PAN en el gobierno, por eso se fija más en los otros partidos”, expresaba el candidato luego de haber concluido el mitin.
“A ver qué nos regalan éstos”
En otro día de actividades, el escenario de la calle se confunde con muchos ruidos que en ella se escuchan: los pitidos de los carros, lo estruendoso de los motores del transporte urbano, las conversaciones de los peatones, los gritos de una escuela primaria que por ahí se encuentra en funciones, pero más se enrarece el ambiente cuando sin cesar pasan equipos de perifoneo anunciando a tal o cual candidato, en lo que se ha calificado estas fechas como ‘la fiesta de la democracia’.
“Ahora vienen los de verde”, decía un niño. “Sí, a ver qué nos regalan éstos” respondía el padre del niño, que se encontraba detrás del puesto de chácharas apostado a las afueras del mercado de la Reforma Agraria, quienes veían cómo se acercaban a ellos los candidatos del PVEM que se encontraban en campaña proselitista.
Ahí estaban Manuel de Anda, candidato a gobernador; Yairo Marina, postulante a la Presidencia Municipal de Querétaro; Diana Ledesma, aspirante a una diputación federal, entre otros, quienes con vistosas playeras verdes hacían su recorrido por parte de este tradicional tianguis, y saludaban a los vendedores que ahí se encontraban.
“Es lo mismo de todos los años. Cuando lo necesitan, aquí vienen a ‘limosnear’ el voto, te prometen de todo, pero cuando llegan arriba, ni que se acuerden de uno”, manifestaba un nevero, mientras que un vendedor de ropa le decía a su mujer “míralos bien, porque es la única ocasión que los vas a ver”, decía irónico y haciendo alusión al distanciamiento que surge después de las elecciones.
Sin embargo, el discurso de los candidatos se iba en darle la razón a los desconfiados y a los incrédulos, pues el eje central de las propuestas es que ellos también están cansados de los cambios prometidos y no cumplidos. Ellos sí se acercan a la gente y si los beneficiaban con el voto, las cosas serían diferentes, manifestaban.
“A la gente le gusta eso, la cercanía con el candidato, que sepan que tú eres como ellos, que no vas acompañado por un enorme séquito y que no eres accesible. La gente ya está enfadada de ver candidatos lejanos, por eso estamos aquí, para decirles que nosotros no somos como ellos y que estamos aquí para apoyarlos”, explicaba uno de los ‘verdes’.
Y los candidatos se ponen una víbora en los hombros…
Olores, sabores y folclor se dejan ver en el tianguis. No hay persona que los candidatos ‘verdes’ no saluden y se presenten con él, nadie se escapaba. Le tocó el turno a un merolico, que de buenas a primeras expresó que si uno de los candidatos se tomaba una foto con la serpiente que tenía en un recipiente de cristal, votaría por ellos.
Aunque con cierto recelo, todos aceptaron la proposición y se colocaron la serpiente encima de los hombros, lo que causó revuelo entre la población del tianguis.
Tiempo después y con muchos saludos repartidos, la jornada había terminado. La sensación era de satisfacción para los ‘verdes’, pues la cercanía con la gente les daba las herramientas útiles para fortalecer sus propuestas y competir en esta carrera electoral.
“Lo importante no es que voten por tal o cual candidato, sino que vayan a hacerlo, que hagan valer su derecho y no dejen que el abstencionismo vuelva a ser mayor que el porcentaje de la gente que sí votó” concluyeron.
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