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miércoles, julio 08, 2009

Anecdotario político

Salvador Rangel

En toda actividad humana, escuela, trabajo, vida familiar, vida diaria, y en la política, existen anécdotas. Algunas de ellas son invención o adaptación de algo que sucedió, pero se aderezan para hacerlas interesantes. Con el tiempo se incorporan a la memoria colectiva y también, como todo, desaparecen.

En México, en este período de elecciones vienen a la mente las prácticas que se utilizaban para captar el voto de los ciudadanos; así se acuñaron términos que de alguna forma reflejaban la conducta de quienes ejercían la política y sus artimañas en eso de organizar las elecciones.

De entrada, los partidos políticos de oposición estaban limitados en su capacidad económica. Los medios de información no les dedicaban espacio y de hacerlo, era para magnificar sus errores.

Las centrales obreras y sindicatos estaban afiliados en forma masiva al partido oficial, a su vez los líderes hacían valer el peso de su organización para obtener puestos de elección popular, tanto en el Senado, Cámara de Diputados, Congresos locales, regidurías y hasta gubernaturas; a su vez el partido premiaba la disciplina política de los dirigentes obreros, nadie alzaba la voz, al menos en público.

Los trabajadores sindicalizados eran un caudal de votos, contingentes para mítines de apoyo al partido y al Presidente de la República en turno.

En las giras internacionales que realizó el entonces Presidente Adolfo López Mateos, los trabajadores sindicalizados, en forma espontánea, salían a las calles para formar una valla desde el aeropuerto internacional hasta el Zócalo de la ciudad de México, los edificios lucían mantas donde le agradecían que diera a conocer a México en el mundo.

Se cuenta una anécdota al respecto, con la salvedad de que sea cierta, de que en la visita que realizara a México, el presidente francés Charles de Gaulle fue invitado a una manifestación en el Zócalo, que se encontraba lleno de personas.

La gente ahí reunida aclamaba al Presidente López Mateos, quien con un gesto de orgullo, le dijo su invitado: “me quiere mucho el pueblo”, a lo que De Gaulle, contestó: “en Francia, el pueblo sólo respeta al Presidente”.

En cuanto a los términos que en tiempos electorales se ponían en práctica – o tal vez todavía se usan y aplican- están los siguientes:

Existía un personaje que era un mago en eso de transformar los votos de la oposición en votos a favor de su partido, hacía buenos trucos. Se le conocía como alquimista.

El término se debe a los filósofos de la Edad Media quienes buscaban la piedra filosofal, para transformar en oro cualquier metal, estaban al servicio del Rey.

Otro recurso utilizado era el apagón, cuando los resultados no eran favorables al candidato oficial, se cortaba el servicio de energía eléctrica y se suspendía el recuento de votos, al reanudarse habían desaparecido actas y sufragios de la oposición.

En tiempos recientes, con el avance de la tecnología y uso de computadoras, se sustituyó por caída del sistema.

Antes de ira a cumplir con la sagrada obligación de depositar su voto en las urnas, los votantes deben desayunar, no se puede realizar una actividad tan responsable con el estómago vacío, los pensamientos democráticos se atrofian por falta de alimento.

La solución es invitar a un grupo de personas un rico atole y sabrosos tamales, para que una vez terminado el desayuno acudan a votar. Nombre de esta sana y sabrosa costumbre: operación tamal.

Hace tiempo, los métodos anticonceptivos no eran tan comunes como hoy, así que había embarazos no deseados. En las urnas electorales también se daban casos de embarazos no deseados.

Los alquimistas, antes de abrir la casilla de votación, introducían votos a favor del candidato oficial, de ahí el término de urna embarazada.

Quedan en el tintero cantidad de términos que han dejado de usarse y aplicarse, pero otros siguen vigentes, como triunfalismo, frase que se usa hoy en día, para decir que la victoria ha sido, clara, rotunda e inobjetable.

Ante esta lapidaria frase, qué puede hacer la oposición. Nada, sólo el recurso del pataleo.

Y los nostálgicos piensan que en estos momentos, más de un candidato perdedor añora los tiempos en que utilizaban con éxito las prácticas del ratón loco, carrusel, operación taco.

No todo tiempo pasado fue mejor.

rangel_salvador@hotmail.com

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